Les comparto un pequeño artículo que escribí para una revista de una parroquia católica de Guerrero, el tema que me dieron a desarrollar fue la ecología visto desde una propuesta cristiana, de ahí la reflexión como creación.
La creación más bella de Dios.
El día 7 de febrero tuve la oportunidad de
visitar por primera vez el Bosque de la Primavera, que se encuentra en Jalisco.
Pude observar, desde la periferia de éste hasta adentrarme un poco en él, los
diferentes matices que observé fueron tanto alentadores como desalentadores.
Dentro del
bosque pude sentir un ambiente de paz y serenidad, el cual no se puede percibir
dentro de la ciudad de Guadalajara y su Zona Metropolitana, así como una gran
diversidad de fauna y flora que, a mi parecer, no tiene igual comparación en
belleza.
Lamentablemente,
así como percibí la buena cara del bosque, puede ver el lado no agradable de él.
En las periferias de éste, se encuentran tiraderos de basura, deforestación por
la construcción de fraccionamientos, y presencia de viviendas de personas con
escasos recursos que se dedican a la separación de los residuos de los
tiraderos que se encuentran cerca.
Al
observar todo esto, un sentimiento de desolación inundó mi ser, toda la belleza
que se nos fue dada desde el principio de los tiempos la estamos acabando, esto
no sólo sucede aquí, en todas partes del mundo la deforestación y la
contaminación que el hombre ha producido está deteriorando con los regalos que
Dios mismo nos dejó y qué, por obligación con nuestro creador, tenemos que
cuidar y preservar.
La
historia del Génesis nos ilustra acerca de cómo Dios, nuestro creador, forma
todo lo que conocemos, cielos, mares, fauna y flora. Y como todo esto, lo pone
a nuestro cuidado. Pero ¿Qué hacemos con todo esto que se nos fue dado?
¿Cuidamos lo que Dios nos dio? Dios vio que todo lo que creó era bueno, las
aves el en cielo, los peces en el mar y las bestias de la tierra. Estamos
hechos a su imagen y semejanza, entonces ¿Por qué dañamos aquello qué nos da
vida? Ya para finalizar y reflexionar, San Ignacio de Loyola nos dice en sus
ejercicios espirituales: “El hombre es
creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro señor […] y las
otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para el hombre […], qué el
hombre tanto ha de usar de ellas, cuanto le ayuden a su fin, cuanto ha de
quitarse de ellas, cuanto para ello le impiden”. (EE. P23) ¿En realidad
usamos lo que tenemos para realizar el fin del que somos creados? ¿Realmente
Somos la creación más bella de Dios?
Ángel Cruz López.