miércoles, 1 de diciembre de 2021

Crisitanismo en los Videojuegos

 La religión siempre ha sido un factor en videojuegos muy famosos en las últimas décadas, juegos como toda la saga de Assasin's Creed, pero en este blog vamos a hablar sobre el cristianismo en los juegos novedosos que han salido no hace mucho. 

Blasphemous, creado por un estudio sevillano, se inspira en la iconografía cristiana, en los pasos de Semana Santa y en la obra de Goya, con semejante punto de partida, no es sorprendente que The Game Kitchen tire de los referentes de su tierra para dar lugar al oscuro diseño artístico del juego, inspirado en la iconografía cristiana, en los pasos de Semana Santa de su Sevilla natal e incluso en la obra de Goya, especialmente en su cuadro Procesión de flagelantes, como cuentan en su página de Kickstarter. El protagonista, para más inri (por seguir con las referencias cristianas), es un penitente con enorme espada que va matando horribles criaturas salidas de la peor pesadilla de Rouco Varela.


En The Binding of Isaac su creador consigue plasmar sus problemas con la religión; su familia se dividía entre católicos y cristianos renacidos. «Quería que The Binding of Isaac representara esta dualidad que experimenté con la religión: tanto lo bueno como malo que a mí me supuso cuando era niño, ya sea el sentimiento de odio hacia mí mismo y de soledad que me inculcó como la oscura creatividad que me inspiró», rememora, «la Biblia es una gran libro muy bien escrito, y una de las cosas que más me gusta es que la gente pueda extraer diferentes significados de un pasaje, así que quería que The Binding of Isaac fuera similar en ese sentido, por eso sus múltiples finales tienen muchas posibles interpretaciones». El resultado es una obra maestra de apariencia simple y arcade, con una jugabilidad basada a medio caballo entre Zelda y Spelunky, pero cuya capa religiosa le otorga un valor añadido del que carecen la mayoría de videojuegos.


Por último, Bioshock Infinite plantea temas pocas veces tratados en el medio, como racismo, extremismo, nacionalismo, fanatismo, populismo y religión. Una de las primeras cosas que hacemos al llegar a Columbia es presenciar una ceremonia religiosa, en la que el predicador se refiere al lugar como “Nuevo Edén” y a nosotros como un recién llegado “de la Sodoma inferior”. Bajo un cartel que dice “This path of forgiveness is the only way to the city” (“este camino de perdón es el único hacia la ciudad”), el cura nos obliga a ser bautizados para poder entrar, «en nombre de nuestro Profeta, en nombre de nuestros Fundadores y en nombre de nuestro Señor». La escena, una de las más impactantes del juego, es repetida porque considera que aún no estamos del todo limpios. Y no le falta razón. 


Referencia: https://www.revistacactus.com/cristianismo-en-los-videojuegos-con-la-iglesia-hemos-topado/


El Papa nombra a una mujer como ‘número dos’ del Gobierno del Vaticano

 

La monja Raffaella Petrini es la mujer de más alto rango en el organigrama de gestión del Estado más pequeño del mundo.

La monja Raffaella Petrini (a la izquierda), en una misa en la basílica de San Pedro en una imagen sin fecha especificada.

La llegada de mujeres a los puestos de mando de la Iglesia está siendo extremadamente lenta, si se atiende a las reivindicaciones del sector feminista católico y al número global de casos en los que ha sucedido. Pero acostumbrados a la velocidad de una institución con 2.000 años a cuestas y poca permeabilidad a los cambios, los últimos tiempos han supuesto una apertura sin precedentes. El papa Francisco ha querido acelerar la transformación y ha nombrado a distintas representantes femeninas en la cúpula de la Santa Sede. La última, este jueves, ha sido Raffaella Petrini, una monja italiana que es ya la mujer de más alto rango en el Estado del Vaticano.

Petrini, religiosa franciscana de 52 años, ha sido nombrada secretaria general de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano. Un cargo que la convierte en la número dos de facto del Ejecutivo del Estado más pequeño del mundo (unos 600 habitantes y unos 2.000 empleados). Básicamente desarrollará el trabajo de una suerte de vicealcalcaldesa y tendrá funciones meramente de gestión y muy limitadas. Trabajará con el nuevo gobernador, el arzobispo español Fernando Vérgez Alzaga, en la supervisión de las operaciones administrativas de la Ciudad del Vaticano, donde deberá coordinar a la policía, los bomberos, la sanidad y estar pendiente de la organización de los Museos Vaticanos, la joya de la corona de los ingresos del Vaticano.

Petrini, que hasta ahora era oficial de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, nació en Roma el 15 de enero de 1969 y pertenece a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Internacional Libre de Guido Carli, además de doctora por la Universidad Pontificia de San Tommaso d’Aquino, donde actualmente es docente de Economía del Bienestar y Sociología de los Procesos Económicos, ambas ubicadas en Roma.

Su nombramiento añade otro peldaño a este avance. Los anteriores se produjeron con el nombramiento de Alessandra Smerilli, otra monja italiana y docente que fue designada en agosto secretaria interina del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y delegada de la Comisión vaticana covid-19. O el de Charlotte Kreuter-Kirchhof, nombrada número dos del Consejo de Economía del Vaticano hace solo dos semanas.

El sector feminista de la Iglesia suele quejarse de que los avances se limitan a puestos de mando circunscritos a la gestión de organismos que no tienen influencia en la toma de decisiones de la Iglesia universal. Otro ejemplo de ello es Barbara Jatta, la directora de los Museos Vaticanos, a quien a menudo se pone como paradigma de esos pequeños avances en la paridad en una institución todavía fundamentalmente masculina. Ninguna de ellas, denuncian, tendrá poder para transformar en profundidad la dirección de la Iglesia en los próximos años. Ni siquiera en el mundo de las monjas, lugar de donde procede Petrini y donde todavía se cometen a menudo abusos (sexuales y de poder) por parte de la jerarquía de la Iglesia.

La realidad es que los cambios son lentos y algunos sectores de la Iglesia, como el alemán, piden mayor celeridad en esta transformación. La iglesia germánica, de hecho, comenzó un sínodo el año pasado para estudiar los límites sociales de la Iglesia en cuestiones como la homosexualidad y el celibato, y la posibilidad de ordenar mujeres. El Papa pidió entonces que se estudiase el papel de la mujer en los primeros años del cristianismo a través de una comisión para determinar si podrían llegar a ser diaconisas. Esa sería la última frontera, ya que Francisco ha descartado públicamente que pudieran llegar a ser sacerdotisas.

Referencia: https://elpais.com/internacional/2021-11-04/el-papa-nombra-a-una-mujer-como-numero-dos-del-gobierno-del-vaticano.html