El lunes 16 de septiembre, el Papa Francisco dio un mensaje a los fieles católicos sobre cómo la política y la religión deberían ir de la mano para ser buenos católicos. Dijo que "un buen católico" deberá participar en la vida política con ideas y sugerencias pero priorizando con la plegaria.
En este sentido, también le mandó un mensaje a los gobernantes diciendo que deberán tener humildad y amor para el pueblo siendo éstas características importantes para quien gobierna. "No se puede gobernar sin amor al pueblo y sin humildad, y cada hombre, cada mujer que debe tomar posesión de un servicio de gobierno, debe hacerse esta pregunta: ¿Yo amo a mi pueblo para servirlo mejor? ¿Soy humilde y siento a todos los otros, las diversas opiniones, para elegir el mejor camino?", preguntó.
"La política, dice la Doctrina Social de la Iglesia, es una de las formas más altas de la caridad, porque sirve al bien común. Yo no puedo lavarme las manos. Todos debemos hacer algo", advirtió. Por último, manifestó que "un buen católico se inmiscuye en política ofreciendo lo mejor de sí, para que el gobernante pueda gobernar".
Este concepto en la iglesia católica, tiene sus conceptos y acciones de la mano con la política ya que el mensaje promueve el extender los buenos hábitos a la ciudadanía como una figura gobernante.
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¿Política y Religión no se juntan?
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