viernes, 22 de febrero de 2019

"Religión como medio de paz, no de guerra"

(Primera participación: Luis Díaz)

Todas las religiones se identifican con la paz, pero todos los días hay conflictos, guerras y terrorismo en su nombre. Poco se escucha sobre el potencial de paz de las religiones, una capacidad a la que todos incluyendo los políticos deberían de recurrir más.

Los medios de comunicación y una gran parte de los seres humanos solo se fijan en el potencial violento que generan las religiones pero pocas veces en el potencial constructivo que poseen.

De hecho lo principales héroes de la no violencia e iconos de la paz como Gandhi y Luther King fueron actores políticos pero a su vez personas sumamente religiosas. Para ellos ambas cosas iban de la mano y casos como los de estos dos personajes ocurren en todo el mundo. Conflictos, en los que seres humanos motivados religiosamente impidieron o redujeron la violencia, en los que contribuyeron a la paz y la reconciliación. 

Si bien es cierto que, históricamente, con fundamentaciones religiosas se ha llevado mucho dolor y muerte a los seres humanos, también es cierto que sobre un fundamento religioso se ha prestado mucha ayuda, se ha generado paz y rechazado la violencia. 

La gran mayoría de los millones de muertos de guerra en el siglo XX fueron víctimas de ideologías seculares, no de violencia con una fundamentación religiosa. Pero es más morboso y de mayor raiting el mostrar las afectaciones que se generan en nombre de la religión.

Reflexión

Para concluir pienso que la religión no debe ser un vehículo de guerra, al contrario debe de ser la causante de paz en el mundo. Existen muchas religiones y esas diferencias en vez de alejarnos y ser motivo de guerras debe de ser un paso para ampliar nuestros conocimientos como humanos, no dejarnos guiar con que nuestra religión es la buena sino que debemos de pensar que todas son importantes y tienen ideas que ayudan a una sociedad a avanzar. Pero si seguimos viendo estas diferencias como malas solo seguiremos causando dolor y muertes en nombre de un falso sentimiento religioso. 

En relación con los conflictos, las religiones no son ni buenas ni malas. Son la famosa medalla con las dos caras, una de intensificación de conflictos y otra, de apaciguamiento. Pero somos nosotros como representantes de esas religiones los que establecemos que lado debe de tener más fuerza.

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