martes, 12 de marzo de 2019

Alejandra Corona
Marzo de 2019

La Relación entre la tradición y la Sagrada Escritura.

Están íntimamente unidas,  son de la misma fuente y origen.
Al principio fue la predicación apostólica y de ahí surge la Tradición y luego la Sagrada escritura.  Es la Revelación transmitida oralmente.
Los hermanos separados solo aceptan las Escrituras, no la tradición ni el magisterio de la Iglesia.

El depósito de la fe, es el Credo para nuestra Iglesia  Católica, apostólica y Romana.
Se le llama así, porque los apóstoles fueron los primeros testigos y a través de ellos nos ha llegado la Revelación. Ellos lo confían a toda la Iglesia.
Surge el Magister que es el Magisterio, la Autoridad doctrinal que tienen  el Papa y los obispos .
La Iglesia tiene el oficio de enseñar e interpretar.
Tenemos un Pastor, que es Jesucristo y el Papa representa a Jesús en la Iglesia, nosotros como ovejas debemos seguir a un solo pastor. El nos guía bajo la Luz del Espíritu Santo.
La unidad de doctrinas es la parte más importante por eso la Iglesia se ha encargado de cuidar la integridad de la fe.
Es por esto que se necesita del Magisterio para que la Iglesia interprete y guíe la fe de todos los bautizados.

Nuestros hnos. Separados no tienen éste magisterio y son ellos mismos quienes interpretan a su criterio las Escrituras.

El Magisterio no está por encima de la Palabra, solo la interpreta. Por eso con el tiempo ha habido muchas rupturas y divisiones.  Un ejemplo de esto fue cuando se quiso ordenar a las mujeres como sacerdotes, sin embargo no fue así al principio en tiempos de Jesús y tampoco ahora se aceptará un cambio así.
El mandato divino dice que no y la Iglesia no puede aceptarlo.
Sin embargo hay otras cosas que sí se pueden cambiar, dependiendo de qué orden se trate, otro claro ejemplo fue en el Concilio Vaticano ll  cuando se hicieron varios cambios en bien y en favor de la Iglesia, estos cambios fueron una revolución ya que se cambió el idioma del latín como anteriormente se celebraban las misas, ahora en español, lo mismo el misal, venía en los dos idiomas, otro punto fue que el sacerdote celebraba de espalda al público y no se le podía observar;
el modo de celebrar cambió más no el ritual, el sacerdote ahora da la misa  de frente dando la cara al público.
Otra buena aportación fue el poder tener acceso a la Santa Biblia, anteriormente hace muchos años era poco usual tenerla en casa y mucho menos leerla.
Con estos  cambios podemos acceder a ella, hoy día con el uso de la tecnología muy fácilmente por internet podemos tener la Palabra de Dios, Salmos y cualquier documento eclesial, cartas y encíclicas para bien de la Iglesia.

Un buen católico está atento a las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia y debe obediencia al  Santo Papa, que es el Obispo de Roma.

Todo Obispo en el orden ascendente  tiene la sucesión apostólica.

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