19/11/2010 - Religión
El Gobierno noruego rechaza una donación millonaria de jeques sauditas para la construcción de una mezquita en el país nórdico: “Allí es un delito construir templos a la fe cristiana”, advierte el ministro de Exteriores
“Sería una paradoja, y antinatural aceptar las fuentes de financiación de un país donde no hay libertad religiosa”. Con estas palabras, el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Jonas Gahr Stor, ha dejado claro que su Gobierno no quiere mezquitas financiadas por Arabia Saudí mientras su país no permita la construcción de iglesias en territorio saudita.
Gahr Stor afirmó que se rechazarán las donaciones millonarias de jeques sauditas y varios empresarios musulmanes para financiar la construcción de mezquitas en Noruega. El ministro considera que “la aceptación de ese dinero sería una paradoja”, recordando la prohibición que existe en el país árabe para la construcción de templos cristianos.
El responsable de Exteriores noruego insistió en que no será posible aceptar esas donaciones mientras el país árabe no respete la libertad religiosa. “Allí es un delito construir templos a la fe cristiana, sería antinatural aceptar su dinero”, recordó.
Como país democrático, la legislación noruega permite la construcción de cualquier templo religioso que quieran construir sus habitantes, pero debe ser la Administración central la encargada de aprobar el apoyo financiero de estos proyectos, evitando que se incurra en cualquier tipo de delito.
En ese sentido, ante la oferta de los millonarios saudíes que solicitaron financiar con decenas de millones templos islámicos, Gahr Stor argumentó el origen de su dictamen en que es un contrasentido aceptar ese dinero cuando “una comunidad cristiana que se asienta en Arabia Saudí está cometiendo un delito”, según recoge el diario Vg Nett.
Jonas Gahr Stor asumió que se trata de una problemática común al resto de países europeos, y anunció que “Noruega llevará el asunto ante el Consejo de Europa" donde defenderá esta decisión basada en la más estricta reciprocidad con los sauditas.
Convertir iglesias en mezquitas
Por otra parte, el Gobierno regional belga de Valonia ha anunciado la publicación de un decreto que podría convertir las iglesias en mezquitas o lugares dedicados a movimientos filosóficos, según informó este miércoles, 17 de noviembre la prensa local y reprodujo la agencia Zenit.
Paul Furlan, del Partido Socialista, ministro de Poderes Locales, explicó que “no vamos a dejar que las iglesias se deterioren, pues representa con mucha frecuencia un interés a nivel de patrimonio”.
“Ahora bien, el descenso en la participación religiosa debe incitarnos a abrirlas a otros cultos, a los movimientos filosóficos, e incluso a ciertas manifestaciones culturales”, añadió.
Gran parte de los recientes inmigrantes de Bélgica proceden de países en los que la población es mayoritariamente musulmana, motivo por el cual, si se aplica este criterio, muchas de las iglesias que el gobierno regional decida reconvertir se transformarán en mezquitas.
Paul Furlan propuso que haya una iglesia por pueblo y no una iglesia por parroquia y manifestó su intención de hacer un inventario de los edificios de culto para determinar los que todavía son útiles y con participación de fieles.
Esta propuesta, según el ministro, debería ser aplicada con la promulgación de un decreto antes del final de la legislatura.
Cada año, en todo el Reino de Bélgica, se destinan unos 645 millones de euros para la financiación de los cultos. Si bien el gobierno federal asume buena parte de los gastos, los poderes públicos de Valonia (región, provincias y ayuntamientos) gastan 90 millones de euros para la manutención de los edificios religiosos y la residencia de los clérigos.
CREO QUE LA RAZON POR LO QUE NORUEGA SE NIEGA A ESTAS ACCIONES ES POR QUE ES UNO DE LOS POCOS PAISES EUROPEOS, QUE EN SU MAYORIA PROFESAN LA FE CRISTIANA, MAS ALLA DE UNA NEUTRAILDAD IDEOLOGICA, ES UNA REAFIRMACION DE SU CREENCIA
ResponderEliminarLA BATALLA HEROICA DE SAN BERNANRDO DE CLARAVAL
ResponderEliminarLos soldados de Cristo con seguridad pelean las batallas del Señor, sin temor de cometer pecado por muerte del enemigo ni por desconfianza de su salvación en caso de sucumbir. Porque dar o recibir la muerte por Cristo no sólo no implica ofensa de Dios ni culpa alguna, sino que merece mucha gloria; pues en el primer caso, el hombre lucha por su Señor, y en el segundo, el Señor se da al hombre por premio, mirando Cristo con agrado la venganza que se le hace de su enemigo, y todavía con agrado mayor se ofrece Él mismo por consuelo al que cae en la lid. Así, pues, digamos una y más veces que el caballero de Cristo mata con seguridad de conciencia y muere con mayor confianza y seguridad todavía. Ganancia saca para sí, si sucumbe, y triunfo para Cristo, si vence. No sin motivo lleva la espada al cinto. Ministro de Dios es para castigar severamente a los que se dicen sus enemigos; de su Divina Majestad ha recibido el acero, para castigo de los que obran mal y exaltación de los que practican el bien. Cuando quita la vida a un malhechor no se le ha de llamar homicida, sino malicida, si vale la palabra.; ejecuta puntualmente las venganzas de Cristo sobre los que obran la iniquidad y con razón adquiere el título de defensor de los cristianos. Si le matan no decimos que se ha perdido, sino que se ha salvado. La muerte que da es para gloria de Cristo, y la que recibe, para la suya propia. En la muerte de un gentil puede gloriarse un cristiano porque sale glorificado Cristo; en morir valerosamente por Cristo muéstrase la liberalidad del gran Rey, puesto que saca a su caballero de la tierra para darle el galardón. Así, pues, el justo se alegrará cuando el primero de ellos sucumba, viendo aparecer la divina venganza, mas si cae el guerrero del Señor, dirá: ¿Acaso no habrá recompensa para el justo? Cierto que sí, pues hay un Dios que juzga a los hombres sobre la tierra.
Claro está que no habría de dar muerte a los gentiles si se los pudiese refrenar por otro cualquier medio, de modo que no acometiesen ni apretasen a los fieles y les oprimiesen. Pero por el momento vale más acabar con ellos que no dejar en sus manos la vara con que habían de esclavizar a los justos, no sea que alarguen los justos sus manos a la iniquidad.
Disipad, pues, y deshaced sin temor a esas gentes que sólo respiran guerra; haced tajos a los que siembran entre vuestras filas el miedo y la duda; dispersad de la ciudad del Señor a todos los que obran iniquidad y arden en deseos de saquear todos los tesoros del pueblo cristiano. Desenváinese la doble espada, espiritual y material, de los cristianos, y descargue con fuerza sobre la testuz de los enemigos, para destruir todo lo que se yergue contra la ciencia de Dios, o sea, contra la fe de los seguidores de Cristo.