Compañeros:
Este poema lo escuché durante mi Servicio Social en comunidades del centro de Veracruz y se me hace un excelente ejemplo para compartir el Dios en el que creo: uno que trasciende dogmas, religiones o creencias... que está del lado de los seres humanos, que de hecho existe a través de todos. Espero sus comentarios, remarco las partes que más me gustaron :)
¿Dónde está Dios?... ¿Se ve, o no
se ve?
Si te tienen que decir dónde está
Dios, Dios se marcha.
De nada vale que te diga que vive en tu
garganta
que Dios está en las flores y en los
granos,
en los pájaros y en las llagas,
en lo feo, en lo triste, en el aire y
en el agua.
Dios está en el mar y, a veces, en el
templo;
Dios está en el dolor que queda y en
el viejo que pasa,
en la madre que pare y en la garrapata,
en la mujer pública y en la torre de
la mezquita blanca.
Dios está en la mina y en la plaza.
Es verdad que Dios está en todas
partes,
pero hay que verle, sin preguntar que
dónde está
como si fuera mineral o planta.
Quèdate en silencio, mírate la cara.
El misterio de que veas y sientas, ¿No
basta?
Pasa un niño cantando, tú le amas:
ahí está Dios.
Le tienes en la lengua cuando cantas,
en la voz cuando blasfemas,
y cuando preguntas que dónde está,
esa curiosidad es Dios, que camina por
tu sangre amarga.
En los ojos que tienes cuando ríes,
en las venas cuando amas
Ahí está dios, en tí;
pero tienes que verle tú.
De nada vale quien te le señale,
quien te diga que está en la ermita,
de nada.
Has de sentirle tú,
trepando, arañando, limpiando,
las paredes de tu casa.
De nada vale que te diga
que está en las manos de todo el que
trabaja;
que se va de las manos del guerrero,
aunque éste comulgue o practique
cualquier religión, dogma o rama.
Huye de las manos del que reza y no
ama;
del que va a misa y no enciende a los
pobres
una vela de esperanza.
Suele estar en el suburbio a altas
horas de la madrugada,
en el Hospital y en la casa enrejada.
Dios está en eso tan sin nombre que te
sucede
cuando algo te encanta
Pero, de nada vale que te diga que Dios
está en cada ser que pasa.
Si te angustia ese hombre que se compra
alpargatas,
si te inquieta la vida del que sube y
no baja,
si te olvidas de tí y de aquéllos, y
te empeñas en nada,
si sin porqué una angustia se te
enquista en la entraña,
si amaneces un día silbando a la
mañana
y sonríes a todos y a todos das las
gracias,
Dios está en ti, debajo mismo de tu
corbata.
Gloria Fuertes
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