Les comparto una parte de mi reflexión sobre lo que religión significa para mí:
A pesar de que
ha habido una gran cantidad de intentos insuficientes por definir este término,
por obvias razones ha sido y seguirá siendo muy difícil, sino es que imposible,
encontrar una definición global que pudiese ser estandarizada en todos los rincones
del mundo, más que nada porque es un concepto que fácilmente puede ser
abstracto, además de que está muy sujeto al carácter interpretativo que cada
continente, país, ciudad, comunidad, grupo, persona, etc. le quiera dar en
función a su experiencia de vida y conocimientos sobre el tema. Es por eso que
en sí, hablar de religión y tratar de llegar a un consenso sobre la misma,
suele generar muchas disparidades e inconformidades. El punto curioso de esta
reflexión, es que a pesar de que es un término global y muy generalizado en
ciertos atributos y cualidades, tiene también una vertiente sumamente
específica y adaptable a diferentes casos y grupos; esto se puede explicar
fácilmente con las diferentes religiones que hay, porque si bien, aunque todas
pueden compartir uno o una serie de principios paralelos, no siempre desembocan
en lo mismo, es decir, su percepción sobre la religión y la forma en que se
vive siempre partirá de una realidad divina perteneciente a sus propios mitos,
normas y tradiciones específicas, mismas que darán un interpretación muy
distinta de la realidad. Cosa, que yo no considero mala, pues es eso lo que
precisamente le da esa riqueza y ese valor tan intenso a una sola palabra, que
no se mide ni se explica con una misma definición, sino que puede cambiar y
evolucionar, según los ojos de quien la vea y según la mente y experiencia de
quien busque definirla.
Es por eso que
entre Comte, Marx, Nietzsche hasta Freud, cada uno de ellos generaron críticas
y formas de explicar y definir a la religión, desde puntos de vista sumamente
diferentes, y altamente subjetivos, pues lo hacían basados en sus diversas
orientaciones sociológicas y en función a los campos de acción dentro de los
cuales se desenvolvían. ¿Correcto o no? Es una realidad subjetiva basada en un
principio global, pero que se divide en muchos cauces con distintos niveles de
profundidad.
Por lo tanto,
puedo reafirmar mi pensamiento dentro del cual sostengo que la historia, no es
nada más ni nada menos que el mejor diccionario al cual podamos acudir. Y esto
lo digo, porque pese a cualquier limitación de carácter personal que pueda
subjetivar cualquier concepto, más específicamente refiriéndonos a la religión,
no hay mejor forma de aproximarse a la
realidad y de conocer el origen de las cosas, que acudiendo a los sucesos
históricos. Ya que “Si no se tiene en cuenta a la historia de las religiones,
no podrán entenderse los impulsos, las motivaciones, los cambios, las
coincidencias y las peculiaridades”, de las primeras perspectivas de la religión,
con el entendimiento actual que se tiene de la misma. Sin embargo, basándose en
la historia, fue que se llegaron a interpretaciones muy sectoriales o
concretas, que tal vez dejaban muchos cabos sueltos, o que simplemente reducían
el término en su totalidad, por lo que se llegó a la conclusión de que la
esencia de la religión debía ser definida contemplándola desde sus
circunstancias psíquicas o sociales.
Considero que
sea como sea la forma en que se aborde, se entienda o defina a la religión, es
un término meramente racional, que brinda los elementos tanto formales, como
informales para hallar un sentido o pertenencia a la vida que nos acoge, claro,
esta interpretación cae en el estribillo de subjetividad anteriormente
mencionado.
Considero
importante mencionar que la existencia de un Dios o la fe hacía uno, no es un
elemento fundamental ni constitutivo de toda religión, sino que es sólo un
elemento formal y no de contenido, que ayuda a explicar y a darnos sentido, y
aunque en algunas religiones no sea conocido o llamado como tal, es
representado como un poder, como algo superior, que rebasa nuestras
posibilidades y que no está a nuestro alcance en el mundo profano.
En pocas
palabras, me quedo con una sola reflexión: para mí, la religión es una forma de
representar, de proyectar y describir el mundo en el que cada uno de nosotros
hemos vivido y experimentado situaciones de diferentes índoles, así como una
forma de representar nuestra historia y la forma en que hemos funcionado y nos
hemos desenvuelto dentro de la misma.
Todo con el objetivo de hallar un sentido
y una pertenencia al mundo en el que vivimos y en el que muchas veces no
entendemos cuál es nuestro objetivo de ser y hacer. Creo que “Dios existe en una sola forma y
contenido, única y específicamente, en las entrañas de nuestra mente, que a su
vez está regulada por la interpretación que tenemos del mundo y de la
historia”.
Monserrat García Aburto.
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