El Opus Dei es una institución reconocida por la iglesia católica desde 1943. Su fundador ha sido canonizado, si fuera una organización secreta, sería difícil esconder a sus miembros y simpatizantes.
Todos los obispos de las diócesis en las que el Opus Dei esta presente conocen y aprueban su actividad. Son muy elocuentes unas palabras del cardenal Christoph Schönborn: “No se necesita haber estudiado teología para reconocer la contradicción fundamental que implica el eslogan: "sectas intra-eclesiales". La presunta existencia de sectas dentro de la Iglesia conlleva indirectamente también un reproche al Papa y a los obispos, que tiene la responsabilidad de examinar las asociaciones eclesiales para ver si su doctrina y sus actividades van de acuerdo con la fe de la Iglesia”.“Las sectas se hallan aisladas y, por su auto-comprensión, no quieren verse sometidas a examen por parte de la autoridad eclesiástica. Por el contrario, las comunidades eclesiales reconocidas se mantienen en contacto continuo con los responsables en la Iglesia. Sus estatutos y su estilo de vida son examinados. Por ello, no es justo que ciertas instituciones, personas o medios de comunicación tachen de sectas a comunidades reconocidas por la Iglesia, o incluso que llamen "prácticas sectarias" al estilo de vida que sigue los tres consejos evangélicos”.
El Opus Dei fue fundado originalmente sin este nombre por el Sacerdote español José María Escriva. En 1947 el Opus Dei recibio la aprobación provicional por la santa sede como instituto secular de derecho pontificio. L aprobación definitiva fue otorgada en 1950. Al instituto pertenecen hombres y mujeres laicos y sacerdotes.
Algunas de las enseñanzas que el fundador presento fueron:
Vida Ordinaria. Siendo miembros de la familia de Dios a través del bautismo.
Santificación del trabajo. Cualquier trabajo honrado que hacen los cristianos debe de ser hecho con espíritu y excelencia.
Oración y mortificación. De la caridad (amor a Dios) oración constante, apoyada en normas de la piedad por las que el cristiano se relaciona con Jesús sacramentado y con la virgen María.
Caridad y apostolado. Los cristianos deben de dar la máxima importancia a la virtud de la caridad: comprensión, compasión, cortesía, ayuda a los necesitados y corrección fraterna.
Unidad de vida. El cristiano que practica estas enseñanzas no tiene una doble vida, una vida de fe completamente ajena a su trabajo cotidiano.
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