miércoles, 27 de noviembre de 2019

¿En qué se parece el futbol a Dios?



Una definición bastante cuadrada, en la que a simple vista encajaría perfecto el futbol: la divinidad es representada por ese ser silencioso pero con poderes absolutos llamado “pasión”, que además despierta el deseo irrefrenable de venerarlo; y, a su vez, que desencadena una serie de normas sociales y conductas individuales, etcétera. 

Y así, cada elemento que compone esta definición puede relacionarse fácilmente con el futbol. Pero esa definición es bastante escueta y, en términos generales, poco práctica.

Se ha escuchado en innumerables ocasiones referirse al deporte rey como “el opio del pueblo”: una religión moderna que entorpece los sentidos y nos lleva a niveles inverosímiles de alienación. Como si la gente necesitara una excusa tan rimbombante para alienarse.

Se puede relacionar incluso los tipos de feligreses en la que participan en la religión y los tipos de aficionados al futbol.


1- Los fieles seguidores


Los que están en su templo (estadio o iglesia) ya sea en situaciones buenas o malas y le son fieles a su dios (divino o balón)

2.- Los que siguen por tradición

Son aquellos que siguen o apoyan (religión o equipo) por que su familia, parientes o contexto cultural se lo inculcó.

En México es más probable que uno adopte una religión con perspectiva judeo-cristiana. Así como un aficionado del fútbol en Guadalajara es más probable que apoye al Atlas o Chivas.

3.- Los que no lo practican pero sí creen.

Aquellos seguidores que saben cuales son sus costumbres o tradiciones, e incluso llegan a defenderlos, pero no los practican al 100%. 

Aquel que tiene sentido de pertenencia (con un equipo o religión) pero no hace sus prácticas (ver los partidos o congregarse)

4.- Los indiferentes o haters.

Los que permanecen lejanos de esas creencias y costumbres. E incluso llegan a ver como incultos a los que lo practican. 

Se ha escuchado en innumerables ocasiones referirse al deporte rey como “el opio del pueblo”: una religión moderna que entorpece los sentidos y nos lleva a niveles inverosímiles de alienación. Como si la gente necesitara una excusa tan rimbombante para alienarse.






¿En qué se parece el futbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.
El futbol es la única religión que no tiene ateos.

-Eduardo Galeano


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