El peso que tienen las religiones a lo largo del mundo
continúa siendo avasallante. Se estima que en la actualidad el 84% de la
población mundial pertenece a algún grupo religioso y que incluso el
ateísmo ha tenido un ligero retroceso en años recientes.
El escritor Christopher Hitchens, por ejemplo, argumentó fervientemente toda su vida que las religiones habían
perdido su sentido práctico para el mundo moderno y que existen muchas
razones por las que éstas resultan perjudiciales, desde numerosos
esfuerzos con los que se han buscado imponer estilos de vida, hasta
preocupantes injerencias en el tema de la salud y en los avances
científicos a nivel mundial.
uno se puede encontrar fácilmente con problemáticas contemporáneas donde la religión no parece estar ayudándonos. Pensemos en el tema cada vez más acechante y serio de la sobrepoblación. La División de Población de las Naciones Unidas indica
que durante el resto del siglo XXI la población se seguirá
incrementando a niveles que eventualmente generarán presiones en los
servicios de salud, los sistemas de pensiones y la protección social
(9.8 millones de personas para el 2050 y 11.200 millones para el 2100).
¿Es posible imaginarse un mundo sin religiones? Dado
que las estimaciones apuntan a que en el futuro el cambio más
significativo no será en reducción de creyentes, sino solamente en
cuanto la religión predominante (El islam por el cristianismo), que los humanos se desprendan de sus dioses parece muy lejano todavía. Por lo tanto, las religiones continuarán acarreando problemas como los que vemos hoy en día en diversas partes del mundo.
Ante el gran peso de las religiones y los problemas que
derivan de estas, lo que nos queda esperar es que los estados laicos se
mantengan lo suficientemente fuertes, que los gobernantes y políticos
respondan más a su conciencia ciudadana que a sus doctrinas personales.
En la política mexicana hay señales de que esto no está sucediendo así. Aunque tenemos un estado laico,
producto de años de una prolongada lucha por disminuir la excesiva
influencia que tenía originalmente la iglesia católica en todos los
ámbitos de la vida pública, a muchos políticos se les olvida que su
carácter republicano debe estar por encima de sus creencias religiosas.
REFERENCIA
1.- Padilla, P. (2019). Lo que implica la religiosidad: Las religiones conllevan grandes problemas para las sociedades modernas - Observatorio del Laicismo - Europa Laica. Retrieved 18 April 2020, from https://laicismo.org/lo-que-implica-la-religiosidad-las-religiones-conllevan-grandes-problemas-para-las-sociedades-modernas/
REFERENCIA
1.- Padilla, P. (2019). Lo que implica la religiosidad: Las religiones conllevan grandes problemas para las sociedades modernas - Observatorio del Laicismo - Europa Laica. Retrieved 18 April 2020, from https://laicismo.org/lo-que-implica-la-religiosidad-las-religiones-conllevan-grandes-problemas-para-las-sociedades-modernas/
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