¿La religión es siempre optimismo?
(Segunda participación: Luis Díaz)
La religión no siempre tiene que suponer una dosis de optimismo. La religión aporta una visión negativa del estado de salud cuando alguien reza por el enfermo y esto relacionado al efecto nocebo que se ha estudiado en grandes universidades como Harvard; este efecto se produce cuando el paciente espera circunstancias negativas. El efecto nocebo hace que se produzcan erupciones cutáneas, problemas gastrointestinales, aumento del dolor, problemas cardiovasculares y otras alteraciones. Todo ello provoca, en última instancia, una ansiedad creciente que puede repercutir en el estado de salud.
La relación entre mente y cuerpo es fundamental a la hora de mantener un buen estado de salud. De este modo, una visión optimista de la situación ayuda, a todas luces, a superarla. La religión puede ser una buena aliada en este sentido siempre que se olviden sus aspectos negativos como el miedo o la culpa, y se potencie la capacidad de proporcionar esperanza que indudablemente posee.
Debemos de empezar a hablar de esperanza y no de optimismo en relación a la religión. La esperanza no consiste un simple optimismo humoral, que depende ante las circunstancias. Necesita una base más sólida, una persona.
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