En esta participación
en el blog quiero contar una anécdota que marcó mi vida.
Bueno como estudiante
en colegio católico tuve la posibilidad de participar en un grupo juvenil católico.
Dentro del grupo había diferentes actividades que ayudaron a formar mi visión de
la vida; una en particular ir de misiones.
Durante mi
secundaria y mi preparatoria cada Semana Santa y la primera semana de
vacaciones de invierno acudí a la sierra de Durango, específicamente a la Prelatura de Salto.
Cada una similar
en cuanto a las actividades, diferente totalmente en las experiencias. Para mí
el admirar la naturaleza, a las personas y su forma de ser, como eran hacía con
los misioneros eran las expresiones más grandes, visibles y palpables de Dios.
La convivencia
con la gente, y no solo por “lo que vas a llevar” sino por lo que se tiene en común
con ellos y como la “fe”, “religión” o como lo quieran llamar pero se crea una
comunidad tan unida, una familia que a pesar de los años se encuentran y conservan
la unidad.
La primera vez que se va de misiones se piensa que vas a llevar cosas, que vas a enseñar cosas, te sientes el indicado; pero al final aunque suene trillado aprendes y regresas con mas de lo que se fueron a llevar.
Después vas con la mente mas abierta y captas mas cosas, y cada misión se vuelve la primera mision.
Se preguntaran
como, no lo sé explicar pero para mí las misiones, han sido de las experiencias
más memorables en mi vida y que mejor siendo llevadas por uno de los pilares de
mi vida la religión.
Hola,me vas a permitir un comentario.
ResponderEliminarLa religión católica,por lo que veo,te abrió el camino para experimentar con vivencias que te han hecho crecer como persona.
Hoy en día hay poca gente que se preocupe por mejorar,por evolucionar,que tengan inquietudes...y los que tenemos esa voluntad por mejorar,es bien sabido por todos(hasta por los que no la tienen),que es algo muy puro,decente...y que en general está muy bien visto,y que a nadie,por moralidad,se le ocurrirá reprocharte nada al respecto.Tanto es así que tú en éste comentario alabas la recompesa que recibes en tus misiones, al mejorar como persona,dejando a un lado el sentimiento de gratificación que se suele recibir cuando se ayuda a los demás.Y espero que no me malinterpretes porque alabo tu propósito y el papel que hacen los misioneros.Pero da la impresión de que haya que ir de misiones por vivir una experiencia,y así estamos frivolizando con las desgracias.Aunque si que es verdad que ese mensaje suena más atractivo,y puede servir para recibir más misioneros,en cuyo caso no hay mal que por bien no venga.
Un cordial saludo