domingo, 7 de mayo de 2017

Religión y política

El estado y la religión tiene como objeto de su acción a los seres humanos. Los Estados ofrecen bienestar al ser humano, y la misión de las religiones es brindar a todo ser humano una propuesta de salvación trascendente.

Establecer la autonomía de cada uno es necesario para el cumplimiento de su respectiva función.

Refiriéndose a esta diferencia, el papa Benedicto XVI afirmó que: "el crisitianismo fue, desde sus comienzos, una religión universal y, por tanto, no identificable con un Estado, presente en todos los Estados y distinta de cada uno de ellos. Para los cristianos, ha sido siempre claro que la religión y la fe no están en la esfera política sino en otra esfera de la realidad humana... La política, el Estado, no es una religión, sino una realidad profana con una misión específica".


Actualmente, en muchos países se da el caso que la influencia religiosa tiene mucho que ver en las elecciones presidenciales y en los cargos que se tienen en la política. Un ejemplo de esto es Costa Rica.

En el cambio de partido del año pasado en Costa Rica, los partidos que se postularon eran todos cristianos, con sus respectivos diputados también creyentes y se eligió a un obispo para el cargo de Ministro de la Presidencia,

Esta creciente participación de líderes religiosos en la política es contraria al principio de independencia y autonomía que debe regir las relaciones entre el ámbito político con aquel de tipo espiritual o de religión.

Si queremos que se lograr correctamente los objetivos de la religión y de la política, debemos aprender a separarlos.

Bibliografía:
http://www.nacion.com/opinion/foros/Religion-politica_0_1473052686.html

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