Buda dejó muy claro que tanto los hombres como las mujeres pueden alcanzar la iluminación, y las admitió en la orden monástica desde ese entonces como bhikkhunis, que es el nombre que se le da a las monjas budistas.
A pesar de haberlas admitido en la orden, en las escrituras budistas existen varios ejemplos en los que se manifiesta que la mujer es inferior.
Actualmente las bhikkhunis se han ido desvaneciendo, solamente prevalecen en las tradiciones del budismo sino-japonés, su posición es inferior dentro de la orden de los monjes y las comodidades a las que tienen derecho son escasas, casi inexistentes.
Esta situación es diferente en los países occidentales, dónde se acepta a hombres y mujeres por igual y se les da el mismo trato.
Se quiere intentar recuperar las antiguas tradiciones de ordenación bhikkhuni, pero esto de todos modos pondría en desventaja a las mujeres budistas, ya que en los reglamentos decía que todas las monjas, aunque tuvieran 70 años ordenadas, debían mostrar deferencia hasta al monje más joven.
Lo mejor sería que las mujeres budistas dejaran la idea de recuperar la ordenación tradicional y optar por adquirir una nueva, como la que se da en occidente actualmente, en la que hombre y mujeres son ordenados de la misma manera y gozan de las mismas oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario