martes, 25 de abril de 2017

Muchas religiones, ¿una sola verdad?

Hay quien concluye que todas las religiones son válidas en su peligrosa pretensión de monopolizar la verdad, que todas son igualmente propensas a la intolerancia y a un carácter dañino, por lo que sería mejor adoptar como principio igualitario una actitud hostil con respecto a ellas. Los más coherentes de entre los que así opinan juzgan necesario luchar política e ideológicamente  contra su influencia con la misma determinación intransigente que cuando se lleva a cabo una campaña de desratización. Son los herederos de la Ilustración.


Su certidumbre es a la vez completamente demente y radicalmente falsa.
Es demente puesto que es una suposición literalmente delirante resolver unilateralmente que de ninguna experiencia espiritual acumulada por la humanidad desde su aparición se pueda aprender nada.
Es radicalmente falso porque sus presuposiciones son falsas: no es cierto que todas las religiones reivindiquen el monopolio de la verdad ni que las garantías que aporten sean equivalentes. Una tipología de las religiones, por somera que sea, es suficiente para demostrarlo.

La mayoría de las religiones no pretende desvelar la verdad
El hinduismo, una religión cuyos mitos fundadores se pierden en la noche de los tiempos, no aspira a garantizar la exclusividad de la verdad. Transmitidos de generación en generación, sus relatos fundadores no se colocan bajo la tutela de ninguna autoridad reconocida. Ello no impide que algunos hindúes, como personas cualquier otra religión, persigan a aquellos que no comparten sus creencias (cristianos y musulmanes).
El budismo, el confucianismo y el taoísmo son sobre todo expresiones de sabiduría de la vida fundadas por grandes maestros sabios (Buda, Confucio y Lao-Tse) y no son, estrictamente hablando, religiones en el sentido que entendemos. No pretenden revelar la verdad, sino constituir un estilo de vida destinado a tener éxito en la existencia aquí abajo. No nos informan sobre el sentido de nuestra vida terrenal ni sobre nuestra eventual vida después de la muerte.
Las religiones sincréticas (New Age y sectas) son el producto de un enfoque comercial con vistas a ofrecer al público un nuevo producto que se adapte a sus expectativas. No son el resultado de una búsqueda de la verdad. Sólo las religiones reveladas (judaísmo, cristianismo, islam, mormonismo) pretenden revelar y transmitir una verdad de la cual no son inventoras. 
Sólo las religiones reveladas aseguran ser poseedoras exclusivas de la verdad.
En la revelación bíblica, la palabra de Dios es anunciada por intermediación de patriarcas, sacerdotes, reyes, profetas y el Mesías, que vivieron en épocas diferentes, profetizaron sobre acontecimientos futuros y cumplieron con las profecías anunciadas.

Con Información en Aleteia.org ->http://bit.ly/2pjP2K3


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