“La
sociedad le da a las religiones licencia para ofender y deshumanizar a otros, y
presiona o censura a los “otros” para que no respondan con la misma fuerza
porque eso “hiere sensibilidades religiosas”, como si las sensibilidades de los
demás no merecieran respeto.
Gracias a esta licencia para ofender y
discriminar que la sociedad le ha dado a la religión, esta se ha convertido en
un arma política por excelencia que grupos políticos, económicos y religiosos
aprovechan y/o manipulan.
En Estados Unidos hoy se usa la Biblia para
justificar el separar niños inmigrantes de sus mamás y/o papás, al lado de
frases deshumanizadoras como las del presidente Trump cuando dice que las masas
de inmigrantes centroamericanos son “animales, no personas”.
En Hungría, se castiga
con cárcel cualquier acto de caridad hacia inmigrantes en busca de refugio y
estos son detenidos en condiciones deplorables. La justificación es defender
“la identidad cristiana” porque, en palabras del primer ministro Orban, los
inmigrantes son un “veneno” que atenta contra el cristianismo.
Es cierto que la religión suele ser manipulada
políticamente y eso no siempre es responsabilidad directa de las instituciones
religiosas (aunque cuando les conviene políticamente lo dejan pasar porque son
en sí mismas entidades políticas). Asimismo, no todos los cristianos apoyan
esos usos de la religión y muchos incluso los critican.
Sin
embargo, también es cierto que las voces más visibles del cristianismo popular
actual promueven interpretaciones profundamente ofensivas y discriminatorias
contra ciertas minorías, así como la imposición forzada de las mismas.
Si dichas
interpretaciones se quedaran dentro del ámbito religioso y la práctica
espiritual de quienes creen en ellas no sería un problema tan grande. Cada quien
viviría de acuerdo con sus creencias dentro del marco democrático de libertad
de culto.
Pero ocurre
lo contrario. Las religiones se meten en política con el objetivo específico de
imponer mediante el poder coercitivo del Estado sus creencias e interpretaciones religiosas sobre todos los ciudadanos, creyentes
y no creyentes.”
En mi opinión, creo que las religiones fueron creadas con
base en guiar a las personas por un
camino el cual genere bienestar y estabilidad en sus vidas. Me parece que es
muy triste que las religiones utilicen los ejemplos de vida de quienes las
personas consideran líderes espirituales y se aprovechen para obtener beneficios
políticos y hasta económicos por parte de las instituciones religiosas.
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