miércoles, 6 de abril de 2016

La Leyenda de Jesús Malverde: Santo de los Narcos

Muchos lo consideran un santo, pero otros no creen ni siquiera que existió. Lo cierto es que la leyenda de Jesus Malverde está muy arraigada entre los sinaloenses, y sobre todo en la cultura del narcotráfico.
En Sinaloa existe una capilla donde muchos van a pedir y a agradecer por los milagros recibidos. Esos favores se le atribuyen a una imagen que representa lo que en vida fuera Jesús Juárez Mazo, un humilde hombre que nació en las Juntas de Mocorito en el Estado de Sinaloa, y quien viviera en pobreza extrema con su familia.
Mientras trabajó como minero, el joven Jesús estuvo bajo las órdenes del aquel entonces Gobernador del Estado, el General Francisco Canedo, y fue allí cuando comenzó a ver las injusticias que se le hacían a los trabajadores.
“Y se atrevió a enfrentarse a Canedo y le dijo que no estaba correcto como estaba tratando a la gente y a los pobres…entonces  Francisco Canedo lo mando azotar,”
Dado por muerto el cuerpo de Jesús fue tirado  al rio, pero rescatado por lugareños. A partir de allí, nació su odio hacia los ricos, y se convirtió en un bandido que le robaba a los ricos para ayudar a los más necesitados.
Pero un día mientras huía de los hombres del gobernador, se enfermó y fue encontrado en una cueva, donde fue arrestado y colgado de un árbol.
Después de muerto, su nombre sigo siendo una leyenda y muchos aseguran que aun ayuda a los más necesitados.
“La Capilla de Malverde la fundó mi padre, Don Eligio Gonzalez….con la ayuda de Dios,” dice Jesús Manuel Gonzalez, capellán de la Capilla de Malverde.
Y justo el día que Don Eligio fue víctima de un asalto y herido con cuatro balazos que recuerda las palabras de doña Amadita.
"Platicaba que en su delirio, en su lecho de muerte…..donde la gente lo venerara," dice el capellán.
Desde ese momento comenzó la leyenda de los favores recibidos para quienes fervientemente pedían su intervención.
"Todo el dinero que entra a la capilla…..se ayuda mucho a la gente,” asegura el capellán.

Entre esa ayuda se cuentan los ataúdes que se regalaron a personas que pierden un ser querido y no tienen para comprarlo.

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