El Papa Francisco es sin duda
un personaje muy popular y querido por la gran mayoría de los católicos. Es de
gran ayuda que una persona como el líder de la iglesia católica abogue en sus
discursos por las víctimas de los principales conflictos mundiales: la guerra
en Siria y Ucrania, el terrorismo causado por el grupo ISIS, la violencia en
menor y mayor escala, los cientos de miles de inmigrantes que huyen de la
guerra o buscan mejores oportunidades en un país extranjero pero, ¿Qué son las
palabras dichas al aire si estas no son acompañadas por acciones concretas que
busquen solucionar el conflicto?
Para buscar solucionar estos
conflictos, para poder poner “nuestro propio granito de arena” es necesario
pasar de discurso pasivo a las acciones activas en pro de los más necesitados.
Es imposible que una sola
persona, llámese Papa Francisco, Obama o Peña Nieto solucione estos conflictos
tan graves y complejos, es necesario que cada persona ponga de su granito de
arena en mayor o menor medida de acuerdo a sus posibilidades.
Resolver estas problemáticas
será un proceso a largo plazo, puede que no vivamos lo suficiente para ver
resuelto el conflicto en el medio oriente pero aun así necesitamos comenzar a
actuar, las acciones que sembremos hoy serán los resultados que cosechemos el
día de mañana. Inspirémonos en personas como Francisco o cualquier otra celebridad,
político, actor, músico o líder de opinión para intentar cambiar este mundo y
hacerlo un lugar mejor.
No importa las diferentes
creencias que existan, todos somos personas y todos los problemas mundiales nos
conciernen y nos deben de importar. Dejemos atrás nuestras diferencias
triviales y construyamos un mundo mejor en donde la única contante sea el mismo
hombre y su medio ambiente.
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