miércoles, 29 de junio de 2016


La espiritualidad como una mente sana

Si tu mente esta sana, tu cuerpo también lo está, la salud mental no puede separarse de la salud física y si tenemos un concepto positivo de la salud la atraeremos a nuestra vida. Debemos de aceptar que la salud esta relacionada con la espiritualidad, y ya que nosotros como seres humanos tenemos sentimientos, nos podemos mover y estamos conectados con la naturaleza, nuestra espiritualidad se deriva de esa sensación de unión con una fuerza superior a nosotros mismos.
 Al igual que salud física, la medicina no tiene ningún criterio objetivo para evaluar la salud mental pero la podemos observar por ejemplo en el brillo de los ojos, el color y la calidez de la piel, la espontaneidad de la expresión, el vigor del cuerpo y la gracia del movimiento.
Los ojos son particularmente importante porque son las ventanas del alma, cuando estamos en un estado de depresión o de tiempos difíciles, nuestros ojos siempre reflejan tristeza o desesperanza. Existen muchas enfermedades como el cáncer o los problemas de artritis y reumas que desafían a la ciencia y muchas veces sus causas la ciencia misma las desconoce o no sabe como revertir la enfermedad. Con todo esto podemos definir a la enfermedad como un desequilibrio.
Existen varias técnicas antiguas de inducción a un estado alterado donde llegas a tener diferentes estados de conciencia por medio de trabajar con la respiración, las tecnologías sonoras con campanas o música, con danzas y movimientos, privación o aislamiento social, sobrecargas sensoriales como dolores físicos extremos, medios fisiológicos como ayunos o privación del sueño, la meditación y prácticas espirituales.
Los estados alterados son una expansión de la mente y la conciencia que se hacen en busca de respuestas. Algunos de estos estados alterados de la mente, llegan a ser usados en muchas religiones como método de “oración” o de “contacto” con un Dios, consigo mismo o con algo más.
Pienso que no es relevante de que manera mantengamos todos nuestra espiritualidad, pero si es relevante y de importancias vital tener una mente sana para poder llegar a donde todos queremos, la felicidad, la plenitud, el cielo o donde quiera que nuestras religiones nos lleven a creer.
“La felicidad es interior no exterior, por eso, no depende de lo que tenemos, si no en lo que somos” 

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