miércoles, 11 de mayo de 2011

reflexión final

Juan Bernardo Álvarez Plascencia
Fe y Ateísmo

Ensayo final
Luego de haber paseado por las diferentes religiones, creencias y confusiones de los variados temas que giran entorno a lo místico y a un ser superior, caigo a la misma trinchera de la cual nunca me moví desde un inicio, si no que más bien, tomé herramientas que me permitirán alimentar esa hambre de conocimiento que todo individuo porta de manera distinta; esa hambre que nos han enseñado a llamarle ignorancia.

Acercarme ligeramente a las distintas religiones/creencias, para mí fue como un viaje de carretera en el que al pasar por los distintos pueblos sólo compras lo necesario para el viaje, mas no cambias el rumbo ni el objetivo del mismo.

Así pues, este curso me ha permitido darme un chapuzón en todo aquello que de alguna manera había rosado en conversaciones y especulaciones, pero que nunca había sido desde una trinchera estudiada y argumentada que me permitiera romper prejuicios.

Y ¿qué pasó con mi forma de creer?
Sigo siendo exactamente el mismo, sigo creyendo de la manera en la que creo, en quien creo y lo que no creo. Para mí sí existe un dios, mas no tiene religión, templo, grupos, clases sociales, modas; en fin, no tiene cadenas humanas.

Sin duda que una de las religiones que más me ha atrapado es la budista: por su paz, su perdón, la disciplina con la que se vive, y sobre todo esa constancia de conocimiento personal.
Debo ser sincero y mencionar, que entre otras cosas, algo que me atrapó y me hizo sentir con confianza, fue la actitud serena, tranquila, no prejuiciosa del profesor. Actitud que me permitió cuestionar y exponer comentarios entorno a un tema, con la tranquilidad y seguridad de no ser revirado ni criticado de una manera no muy adecuada.

Como antes dije, esto fue una pequeña probadita de un gran pastel, porque no conozco algún ser humano que no tenga algún tipo de creencia; es parte del ser humano creer en algo o alguien de alguna manera. Como bien veíamos, desde el creer en un ser no palpable capaz de crear y destruir, hasta en un dios creado por el mismo ser humano como la tecnología o seres que se dicen tener un cierto don o capacidad milagrosa ante distintas situaciones.

Si nos remontamos un poco a nuestros antepasados encontraremos cómo se le rendía culto a todo aquello que no se le encontraba una fácil explicación, como la lluvia, el sol, el viento, el maís, etc, y que sin ponerse de acuerdo ni haber tenido algún encuentro con otras culturas, nos damos cuenta que también en otras culturas se les rinde agradecimiento de alguna manera, quizás no de la misma forma; más sí se les tiene de alguna forma presente en el culto.

Ahora bien, comprendo que todo mortal tiene su forma de creer en base a lo vivido del pasado, a lo constante del presente y a los enfrentamientos culturales, emocionales y sociales a los que a tenido que adoptar de alguna manera sin oponer resistencia; es ahí donde encuentro mi aparcamiento y simplemente digo, que la religión parte desde uno mismo, independientemente al dios que se le rinda respeto y agradecimiento, por todo aquello que se le llame milagro o bendición.

Como en la primera entrada dije, mi dios tiene la libertad de darme libertad física y emocional, no tiene miedo ni cadenas absurdas porque me deja pensar sin oponensia y me permite dudar, pues para eso me dotó de inteligencia, para dudar y creer en lo que en verdad me convenza.
http://www.alvarezbernardo.blogspot.com/

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