lunes, 14 de noviembre de 2016

Religión en México

La consideración de México como uno de los países más laicistas del continente puede ser interpretada como una paradoja, si se toma en cuenta que en él, la religión, en general, y la religión católica en particular, siempre ha desempeñado un papel central en la vida nacional. De hecho, no es exagerado decir que el catolicismo de origen español, que llegó con la conquista, modeló la sociedad durante más de cuatro siglos y que su influencia se extiende hasta nuestros días. En el contexto mexicano, la religiosidad sigue siendo evidente, a pesar de un proceso de secularización institucional impulsado por el Estado a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
De acuerdo a Roberto Blancarte (1992) es posible identificar tres de las causas principales de esta situación. En primer lugar, destaca la posición oficialmente anticlerical del Estado mexicano durante la mayor parte del siglo XX,  la cual contribuyó a crear una situación donde no era concebible brindar apoyo a centros de investigación que estuvieran enfocados a la teología o al estudio de la religión.
En segundo lugar,  la adhesión inconsciente por parte de los científicos sociales a las tesis secularistas que establecían una relación estrecha entre urbanización e industrialización con la disminución progresiva de la práctica religiosa y el fervor popular. Situación que fomentó el desinterés por una problemática que se creía en vías de desaparición.
En tercer y último lugar, debe anotarse un marcado y mayoritario tradicionalismo dentro de la Jerarquía de la Iglesia Católica, el cual, propicio un rechazo al fomento de la investigación social dentro de sus filas, con el objetivo de evitar el cuestionamiento de su actuación.
A partir de las dos últimas décadas del siglo pasado, el paradigma de la secularización comenzó a ser cuestionado y la idea de un regreso de lo religioso o bien de un reencantamiento del mundo comenzó a abrirse camino. A ese respecto, Peter Berger (2001) subraya  que uno los errores en las teorías de la secularización es la convicción de que la modernización conduce ineluctablemente a una pérdida de importancia de la religión.
Asimismo, conviene subrayar la contribución de la sociología religiosa, particularmente la católica, al desarrollo de las ciencias sociales en México. Este hecho, contribuye a explicar el papel de la Iglesia Católica como uno de los ejes articuladores de los estudios sobre lo religioso. Es  evidente que, a pesar de su riqueza, esta característica ha ocultado la diversidad y la pluralidad de las expresiones religiosas mexicanas. En la actualidad el  monopolio de lo sagrado que ostentaba institución romana se ha  perdido y asistimos a una multiplicación de la oferta religiosa, donde las denominaciones cristianas protestantes, las sectas, los grupos no cristianos o paracristianos y los nuevos movimientos religiosos crecen en forma espectacular.  
Bibliografía
Berger, P. L. (2001) La désécularisation du monde : un point de vue global. In BERGER, Peter, WEIGEL, George, MARTIN, David et al. Le réenchantement du monde. Paris, Bayard Éditions, 185 p.
Blancarte, R. (1992) Historia de la Iglesia Católica en México. México: FCE, El Colegio Mexiquense, 447 p.

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