Pero como la religión es uno de los temas más polémicos que existe y yo no soy de entrar en polémicas, intentaré centrarme en el tema de la Alimentación, como siempre.
Quizá una de las religiones más exigentes con el tema de la comida sea el Budismo, que prohíbe tomar carne por la muerte animal que supone. El Budismo no sólo propone un vegetarianismoextremo, sino que habla también de la gula por la comida y la mesura en la mesa como una forma de acercarse más al ideal budista. Lo cierto es que los monjes budistas son muy longevos, y seguro que su alimentación es una pieza fundamental en este aspecto, aunque también hay que incluir la disciplina física, la ausencia de estrés, el clima… Una filosofía alimentaria más que interesante, aunque quizás en las ciudades donde vivimos sea un ideal inalcanzable.
Los judíos no se escapan a las restricciones alimenticias, pues a todos nos sonará la comida Kosher. El judaísmo prohíbe el consumo de carnes de animales que no tengan la pezuña hendida y rumien, es decir, no pueden tomar cerdo, liebre… Además la Torá prohíbe el consumo de sangre, por lo que los animales se deben sacrificar de forma que se desangren totalmente. El pescado está exento de esto, pero un judío no podría, por ejemplo, comer un huevo si tiene una pizca de sangre en su interior (a veces pasa y son huevos consumibles).
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