7 de Noviembre 2018
Alumna: Lucía García
La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén decidió privilegiar la formación de los jóvenes con apoyo económico a las escuelas y universidades católicas de Tierra Santa, lo que repercutirá en la paz de esta región.
En declaraciones a ACI Prensa, el gobernador general de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, el embajador Leonardo Visconti di Modrone, explicó que esta decisión se debe a que “la educación es la manera de transmitir a las nuevas generaciones los valores queridos de nuestra fe, los valores de convivencia, de amor y de pertenencia a una única familia”.
Visconti afirmó estar convencido de que esto puede tener “un muy buen efecto en las futuras generaciones porque los jóvenes aprenden a vivir juntos y a estar en un clima de fraternidad en nuestras escuelas”.
En este sentido, el gobernador de la Orden del Santo Sepulcro dijo a ACI Prensa que el apoyo favorece a jóvenes cristianos y musulmanes, y esto muestra que “la paz es posible”. Dijo que al interior de estas escuelas se descubre que “tienen los mismos valores, los mismos problemas también, pero que están como hermanos entre ellos. Y eso es muy importante porque el futuro estará en las manos de estos jóvenes”.
Por ello, indicó que la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén busca “mejorar la calidad de la educación y realizar una fundamental contribución a la pacificación de la región”. El Cardenal O´Brien recordó que el primer propósito de la Orden es “desarrollar la vida espiritual de cada uno de los miembros”, y que con la Iglesia en Jerusalén quieren ser “puente de las comunidades religiosas presentes en Tierra Santa”, así como apoyar a la Congregación de las Iglesias Orientales.
En el ámbito de la educación, el gobernador general de la Orden explicó que promueven “la formación de las jóvenes generaciones y la enseñanza de valores como el diálogo, la tolerancia, el respeto recíproco”.
En concreto, el apoyo que la Orden da al Patriarcado Latino de Jerusalén en educación se distribuye en 25 instituciones escolares en Palestina, diez en Israel y en 41 de Jordania.
Por ello la Orden espera que el alto porcentaje de musulmanes beneficiados “aumente los sentimientos de solidaridad y de convivencia pacífica”.
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