Sería lógico pensar que la religión y la política son asuntos totalmente distintos debido a la dimensión que ambas abarcan. Por un lado, a la religión le concierne la espiritualidad y el alma del hombre, y por el otro, la política es una ciencia a la cual se le atribuye las cuestiones meramente terrenales tales como: el quehacer de los dirigentes y representantes de un país, la ambición material y el servicio social para el bien común de la sociedad. Sin embargo, tanto la religión como la política sí llegan a coincidir en varios aspectos y llegan a ser muy parecidas. Ambas instituciones, dependen del funcionamiento burocrático, además al interior de ambas, existe una gran variedad de ideologías que desafortunadamente difieren y pelean por ser acreedores tanto del poder divino, como del poder material respectivamente.
Este es la página en donde habla de un evento que apenas sucedió entre dos naciones y el Vaticano tuvo que ver para que hubiera relación entre estos dos países, sin saber las negociaciones e intereses que cada quien impulso. Se habla muy poco de lo que impuso el Vaticano por obvias razones de no manchar la la reputación de la iglesia.
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