El
nacimiento de un humano desde su conceptualización es motivo de atención para
la Iglesia, la biología y la jurisdicción. Cada uno de estos constituye a un
estatuto acerca de que cual fuerza de ley da derecho de gobernar en su propio
cuerpo, que obligaciones tendrá ese nuevo ser, a partir de cuándo es un nuevo
ser para cada una de las opiniones, su nacionalidad y las primeras impresiones
que le causa la nueva vida fuera del vientre.
Para
la biología el ser humano es un ser viviente con ciertos dotes genéticos que le
darán una identidad personal con tejidos, órganos, aparatos sistemas con una
función continua.
Antropológicamente
el embrión se conforma por cuerpo y un componente espiritual que muchos le
llaman alma.
Jurídicamente
en un estado de indemostrabilidad biológica existe duda si la hay o no aún. A
pesar de ello respetar a la persona que posiblemente porque de no hacerlo
estaríamos teniendo dudas de carácter trascendental y dejamos en condición
desprotegida a la nueva persona.
En
mi opinión la Iglesia busca preservar la vida a toda costa pero la pregunta de
siempre es: ¿si la violaron? Es más seguro que se está haciendo todo lo posible
por atacar la consecuencia que es el aborto y no la causa que es la educación y
formación de valores trascendentales.
Porque
de seguir mirando nada más la consecuencia y no la causa los argumentos
biológicos, jurídicos y religiosos serán solución para controlar a medias las
consecuencias como violaciones, embarazos no deseados y cárceles llenas de
delitos correctivos; mejor ataquemos la causa desde nuestros como seres
sexuados.
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