viernes, 25 de noviembre de 2011

Libertad de pensamiento, ¿paz o guerra fría?



Como hemos visto a lo largo de este semestre, el hombre tiene cierta curiosidad por el origen de las cosas, llámese cosmos, vida, inicio de los tiempos y también por comprender lo que, hasta el momento y con las herramientas que tiene a sus disposición no comprende. Es muy posible que muchas formas de lo religioso hayan iniciado sus "operaciones" para tratar de responder a estas premisas y por ende, los seguidores responden a que solo su religión les muestra el camino correcto,verdadero, inequívoco.

Lo que quiero plantear en este pequeño espacio de reflexión es el enfrentamiento inevitable que se presenta entre los hombres, entre la sociedad, cuando dos o más maneras de pensar se enfrentan, tratando de, verdaderamente enlazar un punto de vista conjunto, respetando de manera sincera lo que el otro cree y representa,lo que podría tratarse como "verdad paralela", o simplemente una falsa disposición de escucha en donde, según nuestro pensamiento, es imposible que exista otra verdad que no sea la que cierta religión (sea cual nombremos) nos inculca.

Cuando conocemos otra forma de lo religioso representada por personas comunes y corrientes, ¿en verdad las respetamos como una posibilidad de que la historia sea como ellos la "cuentan"?, o simplemente hacemos uso de nuestro sentido de civilidad y caballerosidad pero pensando en nuestro interior que de ninguna manera están ni cerca de la verdad o del camino correcto, siendo nosotros los únicos que poseemos la verdad y somos los merecedores de lo existente después de la muerte.

Pienso que la respuesta a esta pregunta se responde desde el rincón más personal de cada individuo, respetar el pensamiento ajeno implica muchas circunstancias, desde el contexto en que nos desenvolvemos, hasta la misma religión que nos "ataca" desde que somos unos pequeños.

No es responder con juicio de valor absoluto, simplemente entender que dentro de nosotros mismos puede existir un estado sincero de paz con otras formas de religioso, o un estado de guerra fría, en donde solo nosotros tenemos la verdad y nuestra indiferencia será la primer arma a utilizar.

Raúl Paredes Díaz.

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