jueves, 3 de noviembre de 2011

Religión y Psicoanálisis

La religión, dice Freud, es la neurosis obsesiva de la sociedad, como bien pudimos escuchar en una de las últimas clases. Sin embargo, me gustaría en este post profundizar en este tema y aclarar algunos puntos acerca de la postura psicoanalítica en cuanto a la religión.

Cuando en general nos referimos a una neurosis obsesiva, o a cualquiera de las neurosis descritas por el psicoanálisis, hablamos de cierto goce (o beneficio) que obtiene el individuo de ese padecimiento, es decir, encuentra cierta funcionalidad en sus síntomas. Si la religión es la neurosis obsesiva de la sociedad, es precisamente porque la necesita, o porque encuentra cierta satisfacción en ella, independientemente de a cuál religión se pertenezca.

Es fácil escuchar esto y pensar que el psicoanálisis está en contra de la religión, pero la postura psicoanalítica al respecto es la misma que con cualquiera de las neurosis, es decir, no se defienden ni se atacan deliveradamente. En un proceso de análisis no se propone al paciente abandonar su neurosis (o su religión por supuesto), se propone un camino distinto por el cual pueda obtener una satisfacción similar en el plano de lo real, si el paciente lo encuentra así, es labor del analista ayudarlo a proseguir. En el caso contrario, donde un paciente se rehusa a dirigirse de manera diferente, es labor del analista también dejarlo continuar por ese camino, pues no existe un derecho de decidir por el otro en donde se encuentra mejor, o lo que está "bien".

En el caso de la religión sucede algo similar, es importante identificar qué beneficio se obtiene de seguir tal o cual credo, y qué de lo que se dice en determinada religión está teniendo un impacto directo en el sentir, pensar y actuar del individuo, nunca decidiendo por él si ese es o no el mejor camino.

Sabiendo esto, es curioso ver cómo es que algunas religiones sí se toman la libertad de decidir por uno que es lo que se puede hacer y lo que no y por qué, sin tomar nunca en consideración la individualidad y la particular historia de vida de sus creyentes.

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