Este conjunto de libros llamado Biblia de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia puede ser tomado como un relato verídico o fuente fidedigna de información, ya que como menciona Alejandro Von Rechnitz en su publicación “Qué es la Biblia", ésta debe entenderse y analizarse tomando en cuenta que fue escrita para ciertas personas, en ciertas condiciones y en ciertas épocas, si bien su sentido puede ser actual o atemporal no debemos dejar de lado todas las tribulaciones que este compendio de libros ha pasado a lo largo de la historia y que lo ha cambiado o modificado, por ejemplo las traducciones a varios idiomas, los comentarios que los copistas podían añadir o quitar, las adecuaciones –además del idioma- que se deben hacer según la época a los significados y un sinfín más de cosas que nos hacen que hoy por hoy no seamos capaces de tomar la Biblia como una crónica exacta de los hechos.
Creo que la Biblia tiene carácter tanto simbólico, como mítico y sagrado. Tiene ese tinte de simbolismo por todas esas cosas que se deben leer entre líneas y analizar para poder darnos cuenta lo que se intentó decir a través de esas frases e historias rebuscadas; además es de carácter mítico ya que tiene toda esta parte que habla sobre la creación del hombre, que habla de Dios y todas esas cosas que componen la mitología. Además es un texto sagrado ya que no fue creado ni para explicar de donde viene el hombre, ni para guardar segundas intenciones en sus escritos –al menos no fue expresamente creada para eso- sino que fue creada para dejar registro escrito de la palabra de Dios.
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