En este espacio quiero compartir mi experiencia en 3 distintas instituciones educativas religiosas y en una laica y analizar un poco como se vive la religión en dichas escuelas.
Yo cursé la primaria en la Cd. de México en una escuela privada laica, sin embargo los dueños de la escuela eran católicos y permitían que un sacerdote fuera una vez a la semana a dar la comunión y confesar a profesores y a los niños que ya hubieran hecho su primera comunión. Esto me dice que a pesar de los límites de las leyes con respecto a la religión, ellos buscaron la forma de meter la religión en sus alumnos.
Como toda escuela laica no tocaban el tema religioso en ninguna clase pero si vivían su espiritualidad de cierta manera. En la escuela había un grupo scout e independientemente de las actividades de ese grupo, se organizaban campamentos para los alumnos de la escuela y en ellos se hacían juegos, actividades, fogatas, etcétera. Me acuerdo mucho de las fogatas porque eran momentos de convivencia muy divertidos pero en ellas había cierto sentido religioso ya que cuando se prendía la fogata se hacía una oración a Dios para que bendiciera el fuego y a todos a los que estábamos a su alrededor. No se mencionaba el nombre del Dios, para evitar cualquier confrontación religiosa, pero sí había allí un símbolo de creencia al mencionar a Dios, llámesele como se le llame. No tiene nada de malo, pero sí llama la atención que sucediera.
Después me mude a Guadalajara y entre a estudiar en la secundaria varonil Lomas del Valle de la UAG. Allí se vivía la religión de una manera muy ferviente, con mucha oración. Antes de comenzar cada clase se hacía una oración y durante el mes de mayo y el mes de octubre se rezaba el Rosario todos los días, además cada día al mediodía se rezaba el Angelus.
La gente de la UAG es gente muy conservadora que siguen a Marcel Lefevre, quien no aceptó los cambios del concilio Vaticano II, así que los Tecos (grupo base que controla la UAG) tratán de asistir a misas en latín y con el sacerdote dándole la espalda a la grey. En la clase de religión imparten una religión muy moralista con muchas normas, con castigos, satanizan en cierta forma algunas prácticas sexuales e inventan mitos, infunden miedo de Dios en los alumnos, son radicales en su postura política fundamentada en la religión, tanto que llegan a ser racistas. Es tanto el fervor con el que practican la religión que a veces llegan a ser fanáticos.
Cuando pasé a la preparatoria entre al Colegio Cervantes Costa Rica aprendí que la religión no es sólo rezar sino que también es actuar y llevar una vida tranquila y en paz guiada hacia el amor. Esta preparatoria es marista y por lo tanto tiene una gran devoción a la mujer y a la madre por lo que fomentan la igualdad de género. Yo estaba espantado por el radicalismo de la UAG y por eso cuando entre al Cervantes me empezó a gustar la religión.
Allí fui misonero, me tocó ir a la Sierra Tarahumara y participé en diversas campañas para apoyar a la gente de allá, además de haber dado clases en una primaria para niños problemáticos y marginados. Le encontré el sentido a mi vida que es el servicio a los demás, algo plenamente humano. Sin embargo por el lado teológico Jesucristo, y Dios en su totalidad, seguía estando muy lejos del hombre, seguía siendo muy divino y no tan cercano. Y esa cercanía de Dios con el hombre la aprendí con los jesuitas.
Cuando entré al ITESO y me acerqué al Centor Universitario Ignaciano aprendí que Jesús es un Dios humano, que está junto a nosotros y que en sí es el hombre llevado al extremo, el hombre con plena consciencia. Y esto lo hace alguien a quien puedo seguir, porque es un humnao, es el más humano de los humanos. A partir de esto he reforzado mi disposición hacia el servicio, hacia la acción social, he logrado ver que es mejor vivir la religión que practicarla, porque practicándola sólo se cumplen normas y se hace todo en nombre de Dios, pero si se vive se logra la superación, se le da sentido a la vida y se construye un mundo mejor, más justo y más humano.
Y esto es lo que yo concluyo, que el cristianismo fue construido a partir de un ser humano (que es Dios) y por lo tanto el que lo vive y no sólo lo practica se vuelve más humano, si todos lo vivieramos tendríamos un mejor mundo.
Hay dos aspectos que me llaman la atención de tu texto. Por un lado algo de lo comentado en clase, la diversidad religiosa, hoy ya no existen relatos hegemónicos. La posmodernidad nos ha llevado a la región de la diversidad. El otro aspecto fue también mencionado en clase: la conformación de la identidad religiosa, vamos creando nuestra propia manera de acercarnos a los misterios que conforman la propia fe.
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