En la vida todo ser humano necesita de una creencia, una motivación, algo en que creer y en que basarse para vivir un cierto estilo de vida, podemos ser desde humanistas, a religiosos, o creer que no existe algo divino en que creer (ateo), no dejamos de creer en algo.
Pero ¿por qué lo hacemos?
El ser humano es tan influenciable, nos dejamos llevar por sensaciones, emociones, cuestiones perceptivas a nuestra mente para poder guiarnos, nuestra conciencia, necesitamos un mandato que nos diga una identidad de comportamiento.
Creemos porque queremos confiar que la vida es de cierta manera, creemos el pensamiento que podemos moldear, creemos dependiendo de la motivación que necesitemos, el que cree que es capaza de hacer tantas maldades necesita el miedo e imponerse reglas culturales o religiosas (diez mandamientos) para evadir hacerlas y sentirse mejor cada vez que se le presenta una posible situación para corromperse.
La religión es uno de los mejores métodos para controlar al hombre, nos mantiene a la raya para ciertos comportamientos, nos pone limites necesarios para poder coexistir con los demás humanos y creemos en ella porque nos da la confianza de que al cumplir con lo que nos pide tenemos siempre un lugar asegurado en el mundo o al lado de una divinidad.
La confianza de que podremos trascender y llegar mas allá de lo que podemos ver y sentir, puede hacernos creer todo lo que necesitemos y queremos creer.
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